Cuando estaba a punto de cumplirse una hora de regata desde el bocinazo de salida de la octava Vendée Globe, nuestro único representante, Dídac Costa, detectaba una vía agua por una fuga en un tanque de lastre, por lo que decidía dar media vuelta para regresar a Les Sables d’Olonne. A las 13:54 horas decidía dar marcha atrás. Su equipo subió a bordo y pudo hacer un diagnóstico preciso del incidente que es menos grave de lo previsto: el conducto de un tanque de lastre se rompió y propició la fuga de agua. Escoltado por un barco de la SNSM (Servicio Marítimo De Rescate Francés), amarraba sobre las 18:15 en Port Olona donde se efectuará un diagnóstico más preciso y tomará una decisión sobre su regreso al a regata.
Jordi Griso, jefe de equipo, explicaba que “hay un tubo en el tanque de lastre que sirve para vaciarlo con una bomba eléctrica y el arraigo del tubo se ha soltado y toda el agua del lastre se ha salido por la escora [inclinación] y ha ido pasando por compartimentos donde está el motor, las baterías…”.
Por su parte, Dídac explicaba: “He entrado en el barco y he visto que había agua dentro, así que lo que he hecho ha sido desconectar la electrónica para que no hubiese ningún daño y valorar qué había que hacer. Al ser tan cerca de aquí lo mejor era volver para revisar el barco y salir cuando se pueda”.
Decepcionado al principio, poco a poco ha recuperado el ánimo: “Ahora estoy un poco mejor. En el momento que te pasa no te lo esperas, pero visto lo que ha pasado, y lo que podía haber sido, si me hubiese sucedido mar dentro hubiese sido mucho peor. Trataremos de arreglarlo y salir cuando antes. No sé cuánto tiempo tardaremos, tenemos que mirarlo ahora”.
Los demás competidores navegan a buena velocidad hacia el cabo Finisterre, la flota está liderada por Sébastien Josse (Edmond de Rothschild), Jean-Pierre Dick (Virbac-StMichel) y Vincent Riou (PRB).
La salida del canal: 20 minutos para la eternidad
La salida del canal de Les Sables d’Olonne es un momento simbólico, un último contacto con la multitud antes de largos meses en solitario. Debutantes o no, todos vivieron con emoción este desfile en el estadio auténtico estadio náutico sobrecalentado. Cerca de 350.000 espectadores se congregaron a lo largo de los muelles. Antes de la soledad, en unas condiciones de vida espartanas, los patrones e llenaron de energía positiva. Cuando las condiciones se endurezcan, o durante los inevitables bajones de moral, podrán recordar todas estas muestras de apoyo…
Los favoritos en cabeza
De manera inevitable, los 29 candidatos en la Vendée Globe han pasado rápidamente al modo regata. Sol brillante, con el viento de alrededor de quince nudos y mar suave: los navegantes no podían esperar un escenario mejor en un periodo en el que las borrascas pueden golpear con dureza. Los competidores cruzaron la línea de salida a las 13:02. Algunos fueron aparentemente demasiado impacientes para combatir: Bertrand de Broc (MACSF) y Enda O’Coineen (Kilcullen Voyager-Team Ireland) fueron avisados con una “Llamada Individual” por cruzar la línea de salida pocos segundos antes de tiempo. Tuvieron que dar la vuelta y perder algo de tiempo. Pero esto no es gran cosa a la escala de una vuelta al mundo.
A parte de Costa, no hay informes negativos de los otros 28 competidores, que van a devorar el Golfo de Vizcaya a buen ritmo. Los favoritos tomaron rápidamente la delantera. En la clasificación de las 16:00 horas, Sébastien Josse iba por delante de Jean-Pierre Dick y Vincent Riou, el único barco con orzas rectas que resistía, pues era perseguido por tres foilers: Armel Le Cléac’h (Banque Populaire VIII) Jérémie Beyou (Maître de CoQ) y Lagravière Morgan (Safran).
Los patrones deben estar alerta esta noche, pues una masa de aire frío alcanza el Golfo de Vizcaya y generará mucha inestabilidad con posibilidad de chubascos. El viento podría aumentar a 25-30 nudos con posibles ráfagas de 35 nudos, en un mar agitado. A este ritmo, al amanecer lunes los líderes ya deberían estar en el cabo de Finisterre …