El 11 de marzo de 2011, un tsunami y terremoto de magnitud 9.0 en escala Richter azotó y arrasó Japón, matando a unas 16000 personas y arrastrando aproximadamente unos 5 millones de toneladas de restos al mar.
Tomomune Matsunaga, un hombre originario de la provincia de Fukushima, perdió su casa durante este trágico suceso. Entre las pertenencias que tenía en su hogar se encontraba una moto acuática que fue arrastrada hasta el atolón de Johnston y encontrada por un voluntario hawaiano. El pasado 10 de noviembre, tres años después del fatídico suceso y curiosamente el mismo día de su cumpleaños, Matsunaga se reunió con su moto acuática Yamaha cuando un barco escuela llegó a Japón con la carga a bordo desde Honolulu.
El hombre, agradecido ante tan insólito hecho, escribió una carta de agradecimiento donde expresaba el significado que esta moto acuática tiene para él y para sus hijos. “Sin duda alguna, en pocos años estaré de nuevo disfrutando con mis pequeños de la moto…. tal y como lo hacíamos durante aquellos felices días justo antes del diez de marzo del 2011” escribió.
Matsunaga comenta que el chasis de la moto estaba lleno de “cicatrices”, pero que Yamaha iba a intentar repararlo en la medida de lo posible. Shigeru Fujieda, un profesor de pesca que ayudó al retorno de la moto acuática, escribió en un mail que Yamaha estaba realizando las reparaciones sin coste alguno enfocándolo bajo un estudio de investigación, por lo tanto se entiende que llevará su tiempo.
Así se ataron cabos para devolver la moto
Danielle Lampe, la voluntaria de la “U.S. Fish and Wildlife Service” que encontró la moto en el pequeño atolón a unas 800 millas al sureste de Hawai, dijo que se sentía aliviada al ver que Matsunaga había recuperado una de sus propiedades. “Fue un gran trabajo en equipo” dijo ella. Lampe reconoció además la importante labor de Chris Woolaway, otra voluntaria que realizó las investigaciones pertinentes para localizar al dueño y organizar el barco que llevara la moto acuática de vuelta a Japón. “Parecía que ella sabía exactamente cómo proceder” comentó sobre Woolaway, quien es la coordinadora de Hawai para la limpieza costera internacional.
Lampe estaba dirigiendo una investigación sobre aves en el atolón cuando se encontró con la moto acuática tirada en la orilla en el mes de mayo. Ella y los otros miembros de la tripulación llevaron la moto de vuelta a Honolulu, esperando que el número de matrícula les llevara al dueño y confirmar así que en efecto era uno de los tantos restos que el tsunami del 2011 había arrastrado mar adentro.
Con la ayuda de Woolaway y la colaboración de “Red de Acción Medioambiental Japonesa”, Matsunaga fue localizado unos cinco meses más tarde.
El colega de Woolaway entonces contactó con el capitán de un barco escuela japonés, el “Fukushima Maru”, quien aceptó recoger la moto acuática sin cargo de costes alguno en una escala que realizaban en Honolulu antes de tomar rumbo a Japón.
La moto de Matsunaga dejó el puerto de Honolulu a bordo del “Fukushima Maru” el día 26 de octubre. “Mucha gente colaboró desinteresadamente en este trabajo, dándose cuenta de que conseguir esto era algo muy importante para alguien que había perdido tanto”- dijo Lampe.
Megan Lamson, la coordinadora del proyecto de restos marinos para la Fundación no lucrativa para la Vida Salvaje” en Hawai, conoció a Matsunaga a principios de este mes cuando acudía a un symposium en Japón sobre restos marinos provenientes de tsunamis. “Era una persona muy humilde” dijo ella “En resumen, una gran persona, un hombre genuino”.
Lamson, presentadora del symposium, explicó que los japoneses se sienten apenados porque sus pertenencias han sido arrastradas a otros países y agradecen con creces el hecho de que algunos restos del tsunami puedan ser devueltos, básicamente debido a razones sentimentales.
Ella comentó que 53 objetos de muchos miles de objetos potenciales han sido confirmados como restos del tsunami del 2011. Fueron encontrados en Alaska, en la Costa Oeste y en Hawai. Realizar el rastreo de los restos del tsunami ayuda a construir nuevos modelos de deriva, comentó.