Este miércoles será enviado al espacio un velero espacial cuyas velas deberán impulsar la nave gracias a los vientos solares.
La NASA Y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial evaluaron el concepto de vela solar a comienzos de esta década, y a raíz de esta investigación nace el proyecto LightSail, una misión a cargo de la Planetary Society, fundación sin ánimo de lucro dirigida por el maestro Carl Sagan.
El sol emite radiación en forma de fotones (la partícula/onda de la luz). Cuando los fotones chocan con una superficie reflectante, provocan un impulso energético que se puede traducir en movimiento. Son apenas centésimas de milímetros por segundo y este es el objetivo de la misión; una vez se llega al espacio, la nave puede aprovechar la radiación solar como fuerza propulsora.
La vela en cuestión tiene 32 m2 (un cuadrado de unos 5,5 metros de lado) y es muy finita, de apenas 4,5 micrones (un milímetros tiene mil micrones). LightSail está compuesta por tres módulos que una vez en el espacio deberán abrir cuatro brazos, todos ellos deben asistir en el despliegue de las cuatro velas triangulares fabricadas en un tipo de poliéster llamado Mylar. El objetivo del prototipo es exactamente ese: Comprobar que la apertura de las velas puede llevarse a cabo en el espacio sin inconvenientes ni pérdida de integridad. La segunda versión de LightSail, que probablemente sea definitiva, estará dentro de otro satélite llamado Prox-1, y será trasladada a órbita con uno de los cohetes Falcon Heavy de SpaceX.
LightSail es un proyecto pionero en este tipo de navegación y por el momento se materializará en una órbita baja, a 200 kilómetros de altura. Recibirá la influencia de la atmósfera terrestre por lo que no podrá avanzar mucho.
En 2016 se lanzará una segunda misión que orbitará a 720 kilómetros de altura y que intentará de navegar a vela por el Sistema Solar.
Se espera que el velero tenga una aceleración leve pero continua que le permitirá alcanzar los 15 kilómetros por hora en un día de navegación. La forma de navegación es similar a la de un velero en el mar.
Se trata del segundo intento de la Sociedad Planetaria de colocar un velero en el espacio. Hace 10 años la nave Cosmos 1 (en homenaje a la famosa serie de TV y libros de Carl Sagan) fue lanzada desde un submarino ruso pero falló.
La misión cuenta con una financiación privada de 4,5 millones de dólares.