Aunque en principio se debatió si el impuesto debería hacerse extensivo a todo el territorio francés, parece que el Senado finalmente escuchó a los profesionales del sector náutico y su ámbito de actuación será Córcega y exclusivamente en sus áreas protegidas, al menos de momento. La isla cuenta con dos áreas marinas protegidas en la Reserva Natural de Scandola y la Reserva Natural de Bonifacio, con 80.000 hectáreas. Dos bahías carentes de puertos deportivos pero donde el fondeo en verano es masivo. Para tener una referencia, en el momento álgido de la temporada estival, hasta 1500 barcos pueden navegar entre Lavezzi y Piantarella.
En este sentido, toda embarcación de recreo que quiera echar su propia ancla entre el 1 de junio y el 30 de septiembre –en las zonas previstas para el fondeo dentro de las áreas de marina protegida- tendrá que pagar esta cuota.
El importe se calcula en función de la eslora de la embarcación, a razón de 20€/m, por lo que una embarcación de 10m puede pagar 200 € por una jornada en Bonifacio sin ninguna contraprestación de servicio. El precio dará derecho a lanzar el ancla con la excusa de pagar también por una supuesta contaminación.