Calanova es uno de los lugares emblemáticos de la náutica en Mallorca. Allí aprendió a navegar el Rey y allí se encuentra la Escuela Nacional de vela Calanova, donde muchos niños se forman en este deporte.
La remodelación de su bocana con la construcción de un nuevo espigón supone la reducción del número de amarres, de 212 a 172, pero se optimizará mejor todo el espacio dotando de más atraques a las esloras más pequeñas que están siendo muy demandadas.
Actualmente están en la fase 1 del proyecto, con reestructuración de los amarres, y que se finalizará en junio, incluyendo el cierre de la bocana, gasolinera y quitar el pantalán F. En verano se interrumpen las obras para no entorpecer la temporada náutica –en plena ebullición en estos meses- y se retomarán en octubre, cuando dé inicio la Fase 2 que incluirá la remodelación de la residencia deportiva y una nueva piscina.
La sociedad gestora, Port Olímpic Calanova S.L., tiene una concesión hasta el año 2042. Los amarres para embarcaciones de entre 12 y 23m (39ft-82 pies) se están vendiendo bajo periodos de arrendamiento de 10, 15 y 20 años con diversas opciones de financiación. La inversión total del proyecto es de alrededor de € 8 millones.
El Puerto de Calanova es una instalación de servicio integral que incluye un varadero de 2,500 m2 con un travelift de hasta 75 toneladas, un taller y rampa. Desde aquí se ofrecerán servicios de botadura, varada, mantenimiento, y todo tipo de trabajos en el casco. Habrá un equipo de profesionales muy cualificados entre mecánicos, carpinteros, electricistas y expertos en fibras y materias de última generación. El puerto de Calanova contará además con marina seca, gasolinera, seguridad 24 horas, agua, electricidad y conexión Wi-Fi gratuita en los amarres. Las instalaciones en tierra incluyen un restaurante, apartamentos, lavandería, farmacia, banco, ducha y WC.