Este año recuperaba sus fechas habituales de julio, tras una extraordinaria pasada edición, cuando la Puig Vela Clàssica fue incluida en el programa especial Premier Regatta Series de la America’s Cup durante el mes de setiembre. Su excepcionalidad atrajo la participación de las clases 12 Metros, Cangreja Clase P y 15 metros, que por primera vez en la historia se reunieron para competir en una misma regata.
Cómo viene siendo habitual, el comité de regatas del RCN Barcelona disponía 10 recorridos costeros con distancias entre 19 y 12 millas para adaptar el campo de regatas a la dirección y velocidad del viento. Las condiciones previstas los días previos al inicio de la competición anunciaban vientos ligeros, temperaturas suaves y posibilidad de lluvia durante la última jornada, 12 de julio. Pero sin duda esta edición se recordará por la DANA que barrió toda la región catalana, y que previamente fue alertada con avisos de peligro.
A posibles fuertes aguaceros, en el mar se le añade el peligro de posibles tormentas eléctricas y golpes de viento imprevisibles y en consecuencia la organización, con buen criterio, suspendió las pruebas.
Mientras el telón de la 18 Puig Vela Clàssica subía el telón el 7 de julio en la presentación realizada en el Ayuntamiento de Barcelona, presidida por el Excmo. Alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el Presidente Ejecutivo de Puig, Marc Puig: y el Presidente del Real Club Náutico de Barcelona, Jordi Puig; en el marco deportivo lo hacía el jueves día 10 en su escenario natural frente a las playas barcelonesas.
Puntualmente, a las 13 horas se daban las salidas escalonadas a las categorías Clásicos y Modern Classic, Época y Big Boats, que este año reunía cinco de estas majestuosas joyas de la navegación. Con un viento de Levante (70º), que sopló con una intensidad inicial de 12-14 nudo,s amainando un par de nudos durante la jornada, el comité de regatas optó por el recorrido Nº 4. Tras navegar cinco tramos (ceñida, empopada, descuartelar, través y largo) la flota completaba una distancia de 15,5 millas náuticas. La segunda jornada se disputó con un viento Sur (170º) y 8-10 nudos de intensidad, que al igual que el día anterior apenas levantaba marejadilla y esta vez el escenario se transformó con el recorrido Nº1, con dos largos tramos yendo a Masnou y volviendo a Barcelona, y con sendos cortos de desmarque inicial y largo final se completaron 16,8 millas de distancia.
La flota de Big Boats deparó un intenso duelo entre el alemán Mariska (William Fife III, 1908) de Dan Posjk y el irlandés Hallowe’en (Wiliam Fife III, 1926) de Inigo Strez, que deparó emociones y golpes de teatro inesperados. Ambos vencieron una de las dos pruebas disputadas, pero el Hallowe’en fue “cazado” cuando se adelantó unos metros en la segunda salida, siendo penalizado con 3 puntos su victoria parcial. Tercero en discordia fue el británico Star Saphire of London (Laurent Giles, 1957) de Jakob Glatz, que logró la meritoria tercera plaza del podio, superando al Gael I (Abeking & Rasmussen, 1962) de Gael Sas y al Belle Adventure (William Fife, 1919) de Laid Joel.
El ganador de la flota Época Bermudian fue el Amorita (Nicholas S. Potter, 1937) de Claudio Meali, que se impuso tras ganar las dos pruebas disputadas en el campo de regata barcelonés. El también favorito Argyll (Olin Stephans, 1948) de Griff Rhys Jones se clasificaba segundo, tras sumar en sus casilleros parciales un tercer y segundo puesto, mientras el tercer puesto final fue más ajustado entre portugués Falcon de De Barros y el Manitou (Olin Stephens, 1937) patroneado por Hamish Easton, clasificados por este orden. La quinta posición fue para el Almarán New York (Olin Setphens, 1936) de Manel López. Los Época aparejados en Cangreja vieron como el local Le Temps Perdu (Servain, 1964) de Nelson Hausmann ganaba el trofeo de la categoría, superando al mallorquín Scheherazade de Luis Sancho.
Rotunda victoria del Yanira (Bjarne Aas, 1954) de Jan Heunink sin ser inquietado por sus rivales de Clásicos 1 en las dos pruebas, que se anotó sin paliativos. Por el contrario, la segunda posición fue muy disputada, empatando a cinco puntos sus dos perseguidores. El segundo puesto en la última prueba del Nerissa (Arthur Cecil, 1965) de Leonardo de Vicente le permitía deshacer el desempate a su favor, clasificándose tercero el Kahurangi (Arthur C. Robb, 1953) de Pepe de Miguel. Con ocho puntos se clasificó en cuarta posición el Bakea (Laurent Gilles, 1968) de Mónica Xufré.
En Clásicos 2 se daba una curiosa circunstancia. Los cuatro primeros se clasificaban correlativamente en las dos pruebas y por consiguiente en el cómputo final. El británico Clarionet (Holman & Pye, 1964) de Andrew Harvey subía al peldaño más alto del podio, secundado por el Kanavel (Eugene Cornu, 1966) de Javier Mestre y el Sea Fever (Holman & Pye, 1971) de Enrique Curt, mientras el Karmatán II (John Alden, 1960) de Ricard Bedmar se clasificaba en cuarta posición.
Los más actuales Modern Classic tuvieron un desenlace incierto, cuando el británico Stiletto de Scot Yates fue penalizado, por no cumplir una norma del reglamento técnico, con tres puntos tras ganar la primera prueba, cuando también se penalizó el Malbec de Belén García Guillén, segundo en la llegada, con idénticos tres puntos por adelantarse al tiro de salida. En la segunda prueba ambos repitieron su actuación inicial, permitiendo al Stiletto ganar la primera plaza, aunque fue insuficiente para que el local Melbac recuperase la segunda posición final, que recayó en manos del alemán Legolas. Cuarto se clasificó el Phidias de Jordi Puig y el Roxanne de Jordi Gallés, ambos del RCN Barcelona.
La regata Puig Vela Clàssica es puntuable para el Mediterranean Champions Cup, junto a las francesas de Antibes, Cannes y Saint-Tropez; las italianas de Imperia y Argentario; la monegasca Monaco Classic Week y las españolas de Palma y Mahón. Asimismo, la Puig Vela Clàssica también es puntuable para Trofeo Clásicos Mare Nostrum (Copa de España de Vela Clásica), junto a las citas de L’Estartit, Palma, Pollensa y Mahón.