Lady Ghislaine era el nombre de un súper yate construido en 1987 en acero en el astillero holandés Amels. Era “súper” porque tenía 55 metros de eslora y 9,7 de manga. Fue un diseño de Jon Bannerberg con interiores de Diana Yachts, firmas de máxima fama en aquel momento. Montaba dos motores Caterpillar de 1.040 caballos que le conferían una velocidad de crucero de 14 nudos y una autonomía de 3.200 millas y contaba con una extensa colección de auxiliares para pasarlo en grande a bordo.
El barco formaba parte de la exclusiva élite de los 100 yates más grandes del mundo, aquellos que contaban con una eslora por encima de los 50 metros, dimensión que, en aquella época, resultaba extraordinaria. Algunos aficionados se sabían casi de memoria la lista de estos grandes yates, como quien se sabe la alineación de su equipo de futbol favorito a los largo de los años. Algunas revistas internacionales publicaban cada año este particular ranquin con toda clase de explicaciones y cotilleos acerca de sus propietarios.
El Lady Ghislaine aparecía a primeros de los años 90 en los catálogos de las más reputadas empresas de chárter, eso sí, sin especificar el precio. Por si sirve de orientación, otros yates de parecidas características se cotizaban muy por encima de los 100.000 dólares a la semana, gastos a parte, por supuesto.
A medida que las dimensiones de los grandes yates fueron creciendo, el yate descendió en el ranquin. En 2001 ocupaba el puesto 76 bajo el nombre Lady Mona K y estaba a la venta por 26 millones de dólares, según la revista Power & Motoryacht. En el año 2005 ya no apareció en la lista de los más grandes. No es de extrañar que el nuevo propietario del yate le cambiara el nombre. Ahora verán porque…
¿Y a cuento de qué viene todo esto? Pues a cuento de su propietario: Robert Maxwell.
Para empezar Ian Robert Maxwell nació en un pueblecito de la entonces Checoslovaquia –hoy Ucrania- bajo el nombre Jan Ludvik Hyman Binyamin Hoch el 10 de junio de 1923. No me pregunten sobre los cambios en las fronteras europeas durante la primera mitad del siglo XX. Su familia judía era tan pobre que los hermanos tenían que compartir los zapatos. Se libró por los pelos del exterminio nazi y llegó al Reino Unido en 1940, ingresando en el ejército donde llegó al grado de capitán y fue condecorado. Después cambió su nombre por el de Robert Maxwell y emprendió una carrera financiera que empezó como distribuidor de libros científicos, para pasar después a poseer su propia editorial y adquiriendo otras. Miembro del partido laborista, fue miembro del parlamento británico desde 1964 hasta 1970.
En 1969 intentó comprar el periódico News of the World, pero otro magnate de la comunicación se le adelantó: Rupert Murdoch. Finalmente en 1984 se hizo con el grupo editorial que publicaba el Daily Mirror, el Sunday Mirror, el Sunday People y el estadounidense Daily News, así como otras editoriales, lo cual le confirió un notable poder. Por ejemplo: en 1984 intentó comprar el futbolístico Manchester United. En algún momento de la historia se especuló con que su fortuna ascendía a los 3.200 millones de dólares. Dólar más, dólar menos…
Pero este gigante empresarial parece que tenía los pies de barro, que sus compras estaban por encima del precio de mercado y otras fantasías que no sé explicar.
La cosa es que ante sus problemas financieros se tomó unas vacaciones en su yate, el Lady Ghislaine, del cual se cayó por la borda el día 5 de noviembre de 1991 cuando navegaba en aguas de Gran Canaria. ¡Caramba, ya es mala suerte! El asunto mereció un sin número de artículos periodísticos en todo el mundo e incluso un capítulo del programa Informe Semanal de TVE y desató toda clase de rumores. ¿Accidente? ¿Suicidio? ¿Asesinato?
¿Cómo que asesinato? Desde sus medios de comunicación alentaba asuntos financieros, a favor o en contra, según sus intereses y se llegó a especular que Maxwell era agente del Mossad y que utilizaba sus medios de comunicación para crear corrientes de opinión en favor del gobierno israelí y que, tal vez en algún momento sus actuaciones no fueron del todo satisfactorias. Más todavía: a su muerte sus empresas quebraron y echaron en falta más de 400 millones de libras esterlinas del fondo de pensiones de sus empleados.
¿Creen ustedes que la historia se acaba aquí? ¡Qué va! ¿Quién era la Ghislaine que dio nombre a su famoso yate? Pues era una de sus nueve hijos, la más joven, nacida en 1961. ¿Y eso es importante? Pues puede, porque Ghislaine Maxwell es ni más ni menos que la supuesta mano derecha y pareja de Jeffrey Epstein. Si, “ese” Epstein, el de la trata de personas menores de edad, con una supuesta lista de “clientes” en la que aparecen montones de personas de gran influencia internacional. Una lista que esgrimen unos y otros a la hora de tiraste los trastos por la cabeza. Epstein fue condenado a 13 meses de cárcel en 2005 pero en 2018 fue nuevamente denunciado por una multitud de mujeres y encarcelado, resultando que murió, supuestamente por suicidio, el 10 de agosto de 2019.
La misma Ghislaine fue detenida en 2020, juzgada y condenada a 20 años de cárcel.
Si se aburren en las largas tardes de verano, tienen ustedes la oportunidad de navegar. De navegar por Internet. Busquen a los personajes citados, a los hermanos, a los hijos… ¡Verán qué divertido…!