Los Clubes Náuticos, entidades sin ánimo de lucro, están sorprendidos por el desconocimiento de la realidad social y deportiva de la náutica y por el retorno a postulados privatizadores, que estaban superados, en la nueva Ley de Puertos que se aprobó hace menos de un año
En la Asamblea de Presidentes del fin de semana, la Asociación de Clubes Náuticos de la Comunidad Valenciana (ACNV) discurrió en una ambiente de tensión e indignación, provocado por la reunión mantenida por la Junta Directiva con la Dirección General de Puertos de la Generalitat la semana pasada.
La sorpresa saltó en una reunión que debía ser de presentación y que tenía como objetivo revisar el estado de las renovaciones pendientes, cuando el Director General de Puertos, Carlos Domingo, trasladó la idea de paralizar todos los procesos para sacar a concurso las instalaciones náuticas y dar entrada a las empresas privadas.
Se trata de un punto de vista que se creía superado, ya que no reconoce la labor social y deportiva de los clubes y da preferencia de manera casi única a la puja económica, algo que daría prioridad a las grandes empresas y conglomerados de inversión, en detrimento de los clubes, que son asociaciones deportivas sin ánimo de lucro, como reconoce la actual Ley de Puertos de la Generalitat, recientemente aprobada y, en cuya tramitación, el PSPV y Compromís defendieron la importancia de los clubes en cuanto a su impacto económico y social, llegando a presentar enmiendas que resultaban más favorables a dichas entidades que la normativa que finalmente se aprobó. Más aún, la Ley de Puertos del Estado, aprobada con los votos del PSOE, destaca por el reconocimiento a la labor de los clubes y su primacía a la hora de renovar las concesiones.
Resulta sorprendente la incoherencia política que supone la actual postura del Consell, pues los partidos que lo sustentan defendieron a los clubes en la tramitación de la Ley de Puertos y ahora, pocos meses después y tras tomar posesión de la administración, han cambiado por completo su opinión y parecen decantarse por favorecer los intereses de grandes grupos económicos y de empresas constructoras.
De momento, esta nueva paralización de los expedientes de renovación provocará que once clubes congelen sus inversiones y su gasto de mantenimiento al haber perdido por completo la confianza en los gestores de la Conselleria.
Además, la Asociación destaca que, a lo largo de la historia, los clubes han cumplido fielmente con sus obligaciones, pagando el canon anual religiosamente –tres millones de euros anuales- y realizando cuantas inversiones han sido necesarias como la construcción de dársenas, muelles y otras infraestructuras. Mientras, en la última década, la privatización y la creación de marinas privadas gestionadas por empresas ha sido un fracaso, con tres de ellas en concurso de acreedores y sin pagar el canon a la Generalitat.
Además, la privatización conlleva la prioridad hacia las grandes esloras y megayates –como viene ocurriendo en la actualidad en las marinas privadas-, mientras que los usuarios de esloras pequeñas, la mayoría de origen local, se encuentran mayoritariamente en los clubes, los cuales además llevan a cabo una gran labor social y deportiva en sus escuelas de vela.
La privatización supondría también un ataque directo al deporte náutico y a su vertiente de turismo activo, que ahora se desarrolla básicamente a través de los clubes, y que no tiene apenas presencia en las marinas privadas por ser poco rentable y requerir mucho personal especializado. Todo este coste sale directamente de las arcas del club, al no tener ánimo de lucro, y permite mantener la competición, los equipos autonómicos y soportar a las federaciones y su acción de promoción deportiva.
La reunión resultó sorprendente también por cuanto el Director General reconoció no saber qué ocho clubes habían presentado ya sus expedientes de renovación, según marca la Ley, pues la solicitud fue realizada de manera conjunta, acompañados por los presidentes del resto de los clubes y con una concentración en puertas de Conselleria el pasado mes de abril.
En estos momentos la Asociación está estudiando las diferentes medidas de presión y protesta, como la absoluta paralización de la actividad deportiva en un año de concentraciones olímpicas cara a Brasil 2016 o, incluso, el cierre de bocanas y puertos.
No obstante, antes de optar por esas medidas se explorarán todas las posibilidades de diálogo con la propia Consellera y con el President de la Generalitat, ya que resulta extraño que esta medida haya sido consensuada y aprobada en los niveles más altos de la Generalitat.
La Asociación de Clubes Náuticos de la Comunidad Valenciana reúne a los 27 principales clubes, con cerca de 10.000 puntos de amarre, 40.000 usuarios y una influencia directa en la prestación de servicios turísticos en las poblaciones costeras.