En el año 2000 el arqueólogo marino francés Franck Goddio y su equipo del Instituto Europeo de Arqueología Submarina se encontraban en las costas de Alejandría buscando barcos de guerra de la época de Napoleón, probablemente los de aquella batalla del Nilo de 1798. Sin embargo, descubrió algo inesperado y totalmente diferente: una antigua ciudad egipcia: Heraclion, con una infinidad de estatuas, sarcófagos y elementos de aquella sociedad que parece que fue un imperio próspero desde el siglo VII a. C hasta el siglo VIII d.C. En la imagen siguiente observamos una recreación hecha por ordenador de cómo sería esa ciudad.
Durante siglos se pensó que era una leyenda, una ciudad de extraordinaria riqueza mencionada en Homero, visitada por Helena de Troya y Paris, su amante. Pero Heraclion fue real, de hecho, todos los objetos sagrados recuperados del fondo del mar son como mudos testigos de los trágicos sucesos que golpearon la ciudad. Un retrato de la época de los Faraones que se observa perfectamente en las colosales estatuas de la diosa egipcia Isis; el dios Hapi y un faraón egipcio desconocido todo conservado en unas excelentes condiciones.
En total se hallaron 16 magníficas estatuas y otras de menores dimensiones; también sarcófagos con los cuerpos momificados de animales sacrificados a Amon-Gereb, el dios supremo de los egipcios. Además se han encontrado monedas de oro y pesas hechas de bronce y piedra, haciendo alusión al comercio que hubo; así como decenas de amuletos religiosos de los dioses Isis, Osiris, Horus… y losas de piedra escritas en Griego y antiguo Egipcio han sido llevadas a la superficie con inscripciones y jeroglíficos en perfecta conversación.
Heraclios, por su situación geográfica, fue una ciudad clave para el comercio de la zona y para controlar los buques extranjeros. Los arqueólogos han encontrado en la zona más de 700 anclas antiguas de diferentes formas y 60 naufragios que datan del siglo VI hasta el siglo II a.C. Muchos científicos consideran que estas anclas eran lanzadas a modo de ofrenda a los dioses.
En lo que se refiere a las causas del hundimiento de la ciudad de Heraclion investigadores de la Universidad de Cambridge han hecho un estudio de las placas tectónicas del fondo marino mediterráneo y descubrieron que una falla pudo ser la causa de un gran terremoto con su posterior tsunami en Alejandría en el año 365 d. de Cristo. Y todo parece indicar que un fenómeno similar se pudo repetir 800 años después causando la misma tragedia.