Un grupo de estudiantes de ingeniería mecánica del Instituto Federal de Investigación de Suiza (ETH), ha tomado como referencia el movimiento de la sepia en el mar para crear un robot submarino fácil de manejar. Sepios es un artefacto que incorpora al diseño del animal un juego extra de aletas, lo que favorece su desplazamiento hacia arriba y hacia abajo.
La naturaleza siempre ha sido fuente de inspiración para nuestros ingenieros más creativos, que se fijan en determinados seres vivos para reproducir en un ser artificial los mecanismos de supervivencia. Normalmente los diseños van más allá de la mera imitación: “No se trata de copiar literalmente, sino aprender de soluciones que ha desarrollado la Naturaleza tras miles de años de evolución. Los principios que presiden la forma de nadar de la sepia le permiten a Sepios ejecutar movimientos omnidireccionales, con suaves desplazamientos y con muy poca perturbación en el agua alrededor de él”, explica el jefe del proyecto Roland Siegwart.
Sepios mide unos 70 centímetros con una envergadura de 95 con las aletas desplegadas, pesa 22,7 kilos y puede alcanzar una profundidad de 10 metros durante una hora y media con velocidades de 1,8 km/h. Su cuerpo lleva multitud de sensores que operan coordinados, incluyendo un sensor de humedad y presión. También está equipado con una cámara y un láser para la detección de objetos con los que podría colisionar así como una unidad de medida de inercia que mide la aceleración y la velocidad en distintos ángulos.
Las características aletas que permiten sus gráciles movimientos están fabricadas en látex, que luego es cortado con un láser y adherido a varillas de fibra de carbono. Todas las piezas que componen Sepios se producen y ensamblan de forma sencilla para lograr una total impermeabilidad. Debido a su sigilo y la maniobrabilidad, se cree que puede ser un buen ayudante en la observación y filmación de la vida marina.