“Estoy satisfecho, porque cerramos una larga etapa no exenta de sobresaltos y nos acercamos literalmente a la salida de la Vendée Globe“, señaló el navegante barcelonés poco antes de subir a bordo del One Planet One Ocean. “Tengo ganas de navegar y de volver a tener buenas sensaciones con el barco”, añadió. En estas 1.500 millas entre Barcelona y Les Sables d’Olonne, Didac Costa espera revisar el buen funcionamiento del barco y poner a punto dos velas nuevas, las únicas que estrenará en esta Vendée Globe.
Tras el accidente de hace 12 días casusado por un rayo que estropeó buena parte de la electrónica, el equipo del One Planet One Ocean ha trabajado intensamente para que el barco estuviera en condiciones de efectuar el traslado a Les Sables d’Olonne tan pronto como fuera posible. “El barco está a punto para hacer esta travesía, pero todavía no para afrontar toda una vuelta al mundo“, puntualizó Costa.
Con Diego Costa navega parte de su equipo y un fotógrafo, que aprovechará la travesía para realizar un banco de imágenes del navegante barcelonés a bordo del antiguo Kingfisher, el histórico barco de Ellen McArthur.
Costa es el primer catalán y cuarto navegante español que participa en la Vendée Globe. Antes lo hicieron el desaparecido José Luis de Ugarte (1992), Javier Sansó (2000 y 2012) y Unai Basurko (2008). De ellos sólo Ugarte consiguió terminar la regata, considerada el Everest de la vela. Terminar la vuelta al mundo es el gran objetivo de Dídac Costa, según reiteró ayer en el momento de soltar las amarras.
En esta octava edición de la Vendée Globe participarán un total de 29 navegantes de 10 países diferentes.
Entrevista en exclusiva con Didac Costa